El arte de los medios, aquél atravesado por tecnologías electrónicas y digitales de rápida obsolescencia, presenta un gran desafío para su preservación, entendiendo esta última como todos los modos posibles en los que estos proyectos artísticos pueden ser legados a las generaciones futuras. Desde fines del 2006 me dedico a estudiar justamente esos “modos posibles”, esa miríada de prácticas, divergentes y coexistentes (Stengers, 2006), en las que la preservación cobra diferentes sentidos, y con ella las nociones de recuerdo y el olvido.
En la divergencia que suponen los grandes proyectos institucionales de preservación -pioneros como Variable Media– hasta aproximaciones más poéticas sobre el construcción del archivo -encarnadas en proyectos artísticos como Van Gogh Variationen de Marcello Mercado – las prácticas de preservación que he podido estudiar giran en torno a imaginar futuros posibles para el arte de los medios. Algunos de esos futuros priorizan la continuidad material, otros los discursos y la traducción de medios, otros el conjunto por sobre la obras individuales, hay los que se centran en los interactores, y quienes entienden las preservación como el renacer en otras obras (mediante las reutilización del código, o la reinterpretación, etc.). Estas formas conviven y, de hecho, muchas veces una misma obra participa en distintas prácticas de preservación, distintos régimen de cuidado, por lo que es proyectada hacia futuros distintos.
Dentro de estas prácticas de preservación –prácticas de cuidado en el presente orientadas a imaginar futuros que a su vez influyen decisivamente en esos procesos de cuidado- responden a distintos valores. ¿Qué hay que cuidar? ¿Cómo hay que cuidarlo? ¿Cuáles son los límites de una obra de arte? Son algunas de las preguntas que atraviesan las decisiones y las acciones que se llevan adelante, y que muchas veces son respondidas en ámbitos ajenos a las instituciones tradicionales de cuidado patrimonial, embebidas en acciones ciudadanas creativas, innovadoras en términos sociales. Muchas veces prácticas invisibles –incluso invisibilizadas- ocultas u opacas, pero no por eso menos significativas para el conjunto. Un conjunto que en su movimiento dispar permite que haya obras que estén permaneciendo mientras que otras se van perdiendo o desechando.
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Imagen HarddiskMuseum